Sorprende siempre sobremanera detenerse y levantar la mirada para observar con detalle la maravillosa cúpula ovalada pintada al fresco por el artista cordobés Antonio Palomino en el interior de la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia. Este gran maestro a caballo entre el XVII y el XVIII, pintor de cámara de Carlos II, debió de realizar esta obra en algo más de un año y eso que nos encontramos ante una cúpula de algo más de 18m de anchura, la cual representa con gran magnificencia la Gloria con la Santísima Trinidad y la Virgen intercesora de los hombres suplicando por los desamparados-no olvidemos dónde nos encontramos y a quién se venera diariamente aquí!-, todos rodeados de coros de ángeles y vírgenes. En torno a ellos se hallan los apóstoles y al otro lado de la Virgen personajes como San José o San Juan Bautista. En total 75 personajes identificables. También una serie de alegorías y virtudes se dejan admirar, destacando con gran majestuosidad el Pelícano como símbolo de la Eucaristía. Patriarcas, profetas, bienaventurados, …inacabable la belleza y complejidad de esta gran cúpula que embellece la Basílica de la Virgen y como no el centro neurálgico del cap i casal.
Puesto que la original presentaba nervaduras, el propio artista mandó construir una nueva falsa cúpula interior de ladrillo que aportase el soporte liso necesario para llevar a cabo algo tan sublime e imperecedero. No veáis como se adhiere una a la otra!
En suma, no podéis perderos la visita dedicada al Barroco. Muy pronto con ARS MAGNA.