Sólo el grande, Joaquín Sorolla, el maestro de la luz, podía atreverse a tamaña obra titánica. Pintar una « visión de España », como él la quiso bautizar, para la biblioteca de la Hispanic Society. Años « de galeras » que dicen mermaron su salud, de aquí para allá, región por región para alejarnos de la España « romántica » de Irving y Mérimée y aportar luz a lo que realmente era nuestro país. Crudeza, trabajo duro y hambre. Amor a la tierra. Casi 8 años. Su proyecto más ambicioso. Aquí Galicia y como no, Valencia.